Los vinos de Toro son conocidos a nivel mundial por sus características especiales. Estos vinos han sido prestigiosos desde tiempos memoriales, otorgando a la localidad zamorana un gran reconocimiento como una de las mejores zonas vitivinícolas del mundo.

Hay algunos factores que influyen en la calidad de los vinos que se elaboran en la zona y les hacen diferenciarse, sobre todo los que forman parte de la Denominación de Origen Toro, que abarca 5,5 mil hectáreas de dedicadas a viñedo.

Como dato curioso destacar los privilegios reales que en la Edad Media tenían los vinos de Toro y hacían posible su comercialización en ciudades donde la venta estaba prohibida.

También fue el vino de Toro el elegido por Cristóbal Colón en su viaje hacia el descubrimiento de las Américas hasta el punto de dar nombre a una de las tres carabelas, “La Pinta”, siendo un término usado para referirse a una medida de vino y otras bebidas que equivale a 0,730 litros.

¿Qué tienen los vinos de toro para ser únicos?

Los vinos de Toro destacan por sus características concretas, las variedades de uva utilizadas para su elaboración y su el proceso de producción. La Denominación de Origen Toro ampara numerosos vinos de bodegas de la zona que cuentan con reconocimientos a nivel internacional.

El vino de Toro ha destacado siempre por su graduación y corpulencia, siendo idóneo para transportarlo a ultramar, ya que es más duradero que otros vinos más frescos.

La variedad de la uva que se utiliza es potencialmente alcohólica debido a la adaptación de la misma al terreno y a las condiciones climáticas de la zona. Sin embargo, para conseguir vinos más suaves se ha ido adelantando poco a poco la recogida de la uva, modificando los tiempos de maceración y buscando distintas formas de elaboración como el despalillado.

  • La variedad autóctona con la que se elaboran es la Tinta de Toro y es la que aporta el sabor, la estructura, olor y color a los vinos de la zona y les hace diferenciarse del resto de vinos que se producen en otros lugares del mundo.
  • Las condiciones climáticas de la zona que abarca la D.O Toro son esenciales, con frío extremo en invierno y un gran número de horas de sol, aportan una gran calidad a la uva, indispensable para la elaboración de un producto excepcional. La pluviometría de Toro, de unos 350 litros al año, es una de las más bajas de las regiones vitivinícolas  de España.
  • Otro factor que influye en la calidad de los vinos de Toro es la  geomorfología del terreno. Suelos arenosos, sueltos, calizos…que alternan, como señala la propia D.O Toro en su web, “materiales limosos, areniscas de grano grueso y fino con niveles de calizas y margas detríticas” favorecen el resultado final que llega a nuestras mesas.

La búsqueda por el grado de madurez idóneo que se necesita para equilibrar todos sus componentes también es responsable de la calidad de los vinos de Toro. Aunque la mayoría de los vinos D.O Toro se elaboran con la variedad Tinta de Toro, hay otras variedades de uva autóctonas para la elaboración que son la garnacha, verdejo y malvasía.

Dentro de los vinos Denominación de Origen, que ampara en la actualidad más de 40 bogegas de las provincias de Zamora y Valladolid, encontramos diferentes elaboraciones con las variedades autóctonas:

  • TINTOS, elaborados al 100% con Tinta de Toro (Joven, Roble, Crianza, Reserva y Gran Reserva)
  • ROSADOS, elaborados con las variedades de Tinta de Toro y  Garnacha. Se elaboran por el método tradicional de sangrado con maceración corta en frío y fermentación a baja temperatura.
  • BLANCOS, con las variedades malvasía y verdejo.

Las variedades de uva que encontramos para fabricar esos vinos de Toro tan reconocidos a nivel mundial son:

Variedades tintas:

  • Tinta de Toro:  es la uva que más se produce y que ocupa la mayor parte de las 5,5 mil hectáreas acogidas para la Denominación de Origen Toro. Los vinos que se producen con esta variedad, rosados y tintos, son muy ricos en aromas, potentes y, por regla general, de gran longevidad.
  • Garnacha:  son uvas de color azul rojizo con las que se producen vinos tintos, con un máximo de un 25% de esta variedad en los vinos que pertenecen a la D.O Toro.

Variedades blancas:

  • Malvasía: esta variedad blanca es la más abundante en la zona y se utilizaba ya por los romanos. Aunque la producción es escasa hoy día, con estas uvas, de color amarillento y hollejo fino, se producen vinos blancos muy afrutados y un equilibrio idóneo del grado de acidez que le aporta la uva.
  • Verdejo: aunque es la que menos  se produce en la zona de la Denominación de Origen Toro, sus características especiales aportan a los mostos blancos una alta concentración de extractos que los hace únicos.

Los vinos de Toro los puedes encontrar hoy día en muchos rincones del mundo, pero si quieres disfrutar de su sabor, conocer su proceso de elaboración y vivir una experiencia única, lo mejor es que visites alguna bodega de la zona que organice catas o visitas guiadas.

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